Algo de luz sobre los robots en restauración capilar

En los últimos años los avances, fundamentalmente en las técnicas, han revolucionado el trasplante capilar. Actualmente pueden conseguirse resultados estéticos, con una apariencia natural, que hasta hace poco eran impensables.

Paralelamente, la industria ha querido situarse en el sector ofreciendo ayudas al tratamiento.

La última y más novedosa es el “Robot” Artas.

ANALISIS:

Ventajas:

Marketing: “estar a la última” en aparatología supone un plus de confianza para el paciente. Pero el paciente debe saber que los aparatos son sólo herramientas y quien de verdad debe estar a la última es el cirujano.

Se requiere menos experiencia: puesto en “modo automático” el doctor no necesita experiencia para la delicada tarea de la extracción de folículos y puede ofrecer así un tratamiento complementario a otros que ya realiza.

Desventajas:

1.-Puede utilizarse solamente en pacientes con pelo liso, pues el aparato actúa automáticamente sin reconocer los distintos tipos de pelo.

2.-Restricción del área donante, pues no se puede alcanzar zonas de acceso difícil, como las áreas laterales, lo que conlleva menos folículos obtenidos para el trasplante.

3.-Posibilidad de peor cicatrización, debido a que utiliza punches de mayor diámetro y mayor posibilidad de daño a folículos adyacentes.

4.-Peor índice de supervivencia de los injertos, ya que los índices de un cirujano experimentado están en torno al 95-97 %, mientras que para Artas no se reportan supervivencias mayores del 90%.

CONCLUSIONES:

La cirugía cosmética es realmente un arte y en el trasplante capilar la habilidad del cirujano para reconocer los diferentes contextos y actuar en consecuencia es el pilar fundamental.